En principio circularán por la línea 3 seis unidades de estos autobuses, con un recorrido que va desde la plaza de San Amaro a la Puerta de Toledo. A lo largo del mes de mayo se añadirán 10 autobuses a la línea Circular (Cuatro Caminos-Moncloa-Embajadres) y otros 9 a la línea 10 (Cibeles-Palomeras).

En total, son 25 los autobuses que la EMT ha adquirido gracias a un convenio suscrito entre el Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inserso), del Ministerio de Asuntos Sociales, y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), al que se sumó el ayuntamiento.

Los autobuses de piso bajo no tienen escalones interiores ni exteriores, al estar dotados de un nivel único de acceso y descenso de altura uniforme y máxima de 325 milímetros. Para facilitar la movilidad de los usuarios y permitir el paso de sillas de ruedas, el pasillo tiene una mayor anchura que en los autobuses convencionales, al igual que la entrada delantera y salida central, donde se han instalado unas rampas graduables y unos cinturones de seguridad para la sujeción de las sillas durante el trayecto.

Estos autobuses, de 107 plazas, llevan en su exterior la leyenda 'Pensado para todos. Piso Bajo', además de los pictogramas de las sillas de ruedas. Los vehículos cicularán intercalados con los convencionales en las líneas mencionadas, que son las que tienen mayor afluencia de personas de la tercera edad.

El pasado 28 de marzo, la Coordinadora de Minusválidos Físicos de la Comunidad de Madrid bloqueó la línea 27 de la EMT para forzar al Ayuntamiento de Madrid a cumplir el convenio firmado hace un año, por el que se comprometía a poner en funcionamiento los autobuses de plataforma baja.

Además de las unidades de Madrid, 106 autobuses adaptados funcionan actuamente en líneas regulares de transporte público de las ciudades de Vitoria, Tarrasa, Jaén, Alicante, Lugo, Segovia, Murcia, Barcelona, Bilbao, Puerto de Santa María y Manresa.