El Comité Regional deberá votar si Lissavetzky sigue al frente de los socialistas madrileños. En caso contrario, presentará la dimisión y se convocará un congreso extraordinario, según explicó el propio secretario general.

Si el Comité Regional, como spera Lissavetzky, le ratifica en la secretaría general, con toda seguridad será el próximo portavoz parlamentario del PSOE en la Cámara regional y el que dirija la anunciada oposición "dura, seria y rigurosa" a Alberto Ruiz-Gallardón, futuro presidente de la CAM.

Con relación a la situación interna de la FSM, subrayó que "las viejas heridas se están cerrando", precisó que para hacer la oposición que desea es necesario un partido "unido y cohesionado" y destacó que, ahora más que nunca, tras la pérdid de la CAM y del Ayuntamiento de Madrid, "el centro de gravedad de los socialistas madrileños está en esta casa", refiriéndose a la sede de la FSM.

Después de señalar que "nos vamos a dejar la piel" en recuperar el poder y los votos perdidos, Lissavetzky afirmó que el PP "tiene una virtud que se puede convertir en problema": haber unido todos los votos de la derecha, desde los más centrados hasta los de la extrema derecha.

Recordó que en la CAM había unos 150.000 votos ultras, los mismos que ha scado de diferencia el PP a la izquierda, y que en los distritos con tradición de voto a la derecha (Moncloa, Chamberí o Chamartín) la participación ha sido más alta (75%) que en los de voto socialista (Vallecas, Usera o San Blas), donde la participación ha rondado el 68%.

El secretario general de la FSM informó, asimismo, que en la reunión de anoche valoraron los resultados electorales del 28-M y, tras dejar claro que "ha ganado claramente" el PP, calificó de "derrota atenuada" la pérdida de la CAM, dl Ayuntamiento de Madrid y de otros municipios.

El líder de la FSM dijo que la derrota ha sido "atenuada", porque siguen siendo la primera fuerza de la izquierda, "no se ha producido el 'sorpasso'", y porque el PSOE ha obtenido 281.000 votos más que en las pasadas elecciones europeas y unos 30.000 más que en los comicios regionales y locales de 1991, "lo que demuestra cierta recuperación".

Con relación a los pactos con IU para garantizar gobiernos municipales de izquierda en 25 localidades de la egión, Lissavetzky declaró que espera que cristalicen los acuerdos, que se produzcan "gobiernos conjuntos con IU" o como mínimo que la lista de izquierda más votada sea la que salga adelante. Agregó que la semana que viene verán "caso a caso".