A juicio de la coalición de izquierda, este nuevo impuesto "provocará un aumento de la presión fiscal indirecta y no ayudará al necesario control de la inflación, en unos momentos en los que el control de los precios es absolutamente necesario para el desarrollo económico de la región".

El diputado de IU Franco González dijo a Serviedia que votará en contra de esta propuesta y señaló que esta medida "tendrá consecuencias lamentables para la competitividad y el empleo", porque el nuevo impuesto repercutirá en el precio del combustible, lo que "incrementará los costes de producción en todos los sectores económicos". "A todo lo anterior hay que añadir el hecho de que el Gobierno de Gallardón aplica el tipo máximo que autoriza la ley", añadió.

El diputado de IU mostró su oposición a "tapar los agujeros de una negociación sanitaria ml llevada y a solventar este fracaso con medidas fiscales inoportunas e insolidarias".

Tras señalar que el plan de calidad sanitaria de la CAM cuenta con el "mayor de los rechazos" de UGT y CCOO y que coincide con las críticas del CES al nuevo gravamen autonómico sobre la gasolina, manifestó que "la única intención del Gobierno es sacar dinero para hacer olvidar sus pésima negociación de las transferencias de sanidad".