MADRID. LAS INSTALACIONES DE BUTANO Y PROPANO SE REVISARAN CADA DOS AÑOS PARA PREVENIR ACCIDENTES
- Según una nueva orden de la Comunidad de Madrid
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El director general de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid (CAM), Carlos López Jimeno, presentó hoy en rueda de prensa la nueva orden sobre el proceso de inspección y revisión periódca de instalaciones de gas butano y propano, que pretende dotar a las instalaciones que funcionan con estos combustibles de condiciones de seguridad análogas a las exigidas para el gas natural.
López Jimeno dijo que el número de accidentes en instalaciones que usan gases licuados de petróleo (GLP) es aproximadamente el doble que el que se registra en las de gas natural, de ahí la importancia de extremar las medidas de seguridad.
Según esta orden, habrá una inspección gratuita cada cuatro años porparte de las empresas distribuidoras de GPL canalizado, así como una revisión contratada por el usuario dos años después de cada una de estas inspecciones. De esta forma, las instalaciones de butano y propano se vigilarán cada dos años.
La empresa distribuidora está obligada a avisar al titular, con un plazo nunca inferior a un mes, de la fecha en que efectuará la revisión. Durante estas revisiones periódicas, se controlará el monóxido de carbono en los productos de la combustión y se revisará el condcto de evacuación hasta el deflactor.
Igualmente, se calificarán con "defecto mayor" -el que ha de ser subsanado en el momento de su detección- todos los calentadores instalados sin conducto de evacuación. Si no es posible reparar la avería en el momento en que se ha detectado, se procederá al corte inmediato de suministro de gas en la instalación o al corte parcial en el aparato deteriorado.
CAUSAS DE LOS ACCIDENTES
Según el director de Industria, las principales causas que originan accidentesprovocados por gases son la mala combustión del gas, como consecuencia del exceso de potencia, o defecto de oxígeno (los gases de la combustión no se evacuan correctamente).
El defecto de oxígeno origina la aparición de monóxido de carbono, que al ser inhalado inhibe la producción de oxihemoglobina en la sangre, lo que a su vez causa mareos, dolores de cabeza y a veces la muerte.
Para disminuir el número de accidentes, López Jimeno aconseja sustituir las calderas de circuito abierto por las llamaas estancas, donde la evacuación se realiza hacia el exterior, así como comprobar que las rejillas no estén obstruidas.
(SERVIMEDIA)
04 Ene 2001
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