El dispositivo, similar a la "Operación Luna", realizada por la Policía Nacional durante los dos último fines de semana en las zonas de copas de la capital, se saldó igualmente con la instrucción de 21 diligencias y 216 denuncias.

De las 300 armas intervenidas, 71 fueron decomisadas en establecimientos de venta al público y el resto, 243, en la vía pública.

La mayoría de las armas incautadas fueron navajas, un total de 163, seguidas de defensas, porras y bates (40), puñales (28), cuchillos, (23), machetes (21), además de puños americanos, sprays de defensa personal, armas simuladas o armas de airecomprimido, entre otros utensilios.

Además de las zonas de concentración y ocio de jóvenes, la Guardia Civil, que tiene la competencia sobre el control de armas, inspeccionó los potenciales puntos de venta de estos artilugios. En total se visitaron 776 establecimientos (armerías, ferreterías, tiendas deportivas, gasolineras, etcétera).

5 MILLONES DE SANCION

En 27 de estos comercios se incautaron 71 armas prohibidas, en dos casos se instruyeron diligencias judiciales y al resto la Delegación delGobierno en Madrid les ha abierto expedientes y ha propuesto su cierre a la autoridad judicial

Núñez Morgades explicó que la mayoría de los establecimientos que incumplen la normativa y a los que se les ha incoado expediente no son comercios especializados, sino tiendas de "todo a cien", comercios generales y mercadillos.

Las multas a estos comercios que incumplen la normativa pueden alcanzar los 5 millones de pesetas y la orden de cierre, hasta 6 meses.

Por otra parte, las sanciones por tenncia ilícita de armas prohibidas que impone la Delegación del Gobierno oscilan entre 100.000 y 250.000 pesetas, y las penas entre 1 y 3 años de prisión, dependiendo de la peligrosidad del arma aprehendida.

Núñez Morgades insistió en que "hay que atajar de forma contundente la presencia entre los jóvenes durante la noche madrileña de armas prohibidas" y recordó las dos muertes "absurdas" de jóvenes que, recientemente, se vieron envueltos en peleas y fallecieron a causa de heridas por arma blanca.

nunció que tanto la Policía como la Guardia Civil continuarán reforzando los dispositivos de seguridad ya existentes, con operaciones como "Luna" y "Buho" que se realizarán "por sorpresa" para conseguir que la "noche madrileña sea tranquila y disuadir a los jóvenes de llevar armas a las zonas de copas".

En la "Operación Búho" participaron un total de 1.960 agentes y 950 vehículos de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Para la localización de las posibles armas, los agentes utilizaron detectoes portátiles de metales, de alta sensibilidad, evitando así los cacheos que se practicaron sólo en los casos en los que se detectó algún objeto metálico.