Al acto asistieron el ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy; el delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades; el alcalde de la capital, José María Alvarez del Manzano; el presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Van-Halen, y los portavoces parlamentarios Manuel Cobo (PP), Jaime Lissavetzky (PSOE) y Angel Pérez (IU).

Ruiz-Gallardón destacó en su discurso que este año el propósito era convertir el 2 de mayo en una fiesta cultural que no fuera ni provinciana ni cicatera sino vanguardista y de renovación.

Tras señalar que Madrid se ha consolidado como región, dijo que la medalla concedida a Marsillach es el reconocimiento de su fértil trayectoria profesional, que ha aportado al teatro un espíritu singular "que los madrileños le estamos reconociendo".

Respecto a la medalla a la SGAE, recogida por Manuel Gutiérrez Aragón, el presidente del Gobierno de Madrid dijo es una entidad histórica ligada al mundo de la creación y que está en el latido cultural de Madrid.

Marsillach, tras recoger el galardón, recordó que en 1950 llegó a Madrid para quedarse 3 meses y que lleva en esta ciudad casi 50 años. "No tengo claro si soy un barcelonés que vive en Madrid o un madrileño que nació en Barcelona", afirmó el autor, para añadir que no cree en los nacionalismos y que no reniega de su origen catalán.