Mientras los trabajadores amenazaron ayer con iniciar una huelga indefinida a partir de junio en el caso de que continúen sin avances las negociaciones del convenio colectivo, las autoridades municipales argumentan que se trata de un conflicto interno entre empresas privadas y sus empleados.

Sin embargo, la FRAVM argumenta que el control de las plzas de aparcamiento y la denuncia de situaciones de aparcamiento en doble fila no sólo afecta a miles de vecinos diariamente, sino que forma parte de las funciones propias de la Policía Municipal.

"Por otra parte", continúa la federación, "la recaudación que el consistorio percibe por el pago de las tarjetas de residentes, el abono de aparcamientos legales y las multas impuestas a los ilegales, así como el costo que la tarjeta de los residentes supone a los ciudadanos y los efectos de la huelga en la ovilidad hacen de este conflicto un asunto que afecta de lleno a todos los madrileños", por lo que "corresponde a la Adminstración intervenir para restablecer con la mayor celeridad posible la normalidad en nuestras calles".

La FRAVM considera urgente que las autoridades municipales insten a las patronales del SER a resolver el conflicto o bien rescindan el contrato de adjudicación por incumplimiento de las obligaciones contraídas tanto con la Administración como con los ciudadanos.