El forense dijo que sigue creyendo que Susana Ruiz fue asesinada y explicó que no ha tenido noticia alguna del desarrollo de la segund autopsia ni contacto con el abogado de la familia, desde que "me eliminaron del caso".

En este sentido, Frontela explicó que él no rechazó en ningún momento realizar la segunda autopsia y que cuando tuvo constancia, "por la prensa", de que se le había apartado del caso, "mandé un telegrama al juez diciendo que yo no había renunciado en ningún momento".

De este extremo asegura que tiene testigos, así como la copia del telegrama que envió a los juzgados. Además, el forense insistió en que "si me cmprometo a una cosa lo hago, nunca tiro la toalla".

Sobre las pruebas que se realizan desde el 30 de febrero en el Instituto Anatómico Forense de Madrid dentro de la segunda autopsia, entre las que se incluyen un análisis del ADN de los padres de Susana Ruiz y un examen de la ropa, Frontela dijo que en su estudio de las fotografías de la primera autopsia vio "muchas cosas" que no comunicó por prudencia, porque nunca tuvo acceso al cadáver.

El cadáver de Susana Ruiz fue hallado en extrañas circunsancias en 1993 en un descampado de Madrid. La primera autopsia determinó que la joven había fallecido de manera natural por un edema de pulmón, aunque la familia siempre ha mantenido que fue asesinada.