El estudio de Caixa Catalunya señala que en la capital española el coste de la vida subió sólo un 7% acumulado entre los años 1995 y 1998. Este incremento se produjo en el año 96 y desde entonces, se mantuvo estable.

Solamente en los apartados de vivienda y sanidad, la ciudad se situaba en 1998 por encima del índice cien establecido como media, mientras que en 1995 los precios de todos los productos y servicios estaban por debajo de la media.

El informe destaca, no obstante, incrementos en los precios de sectores como el menaje del hogar, con un 17,5%; la sanidad, con un 12,6%, y el vestido y calzado, con un 9,9%. Por el contrario, transportes y comunicaciones se abarataro un 3,3% entre 1995 y 1998.

Por su parte, Londres y Copenhague son las capitales europeas más caras y destacan por el elevado precio que alcanzan vivienda, alimentación, bebida, tabaco y transporte, mientras que el vestido y el calzado están por debajo de la media. En una situación intermedia se encuentran Berlín, Dublín, Roma, Viena, Amsterdam, Helsinki, Estocolmo y París.