Por el contrario, Londres es la capital comunitaria más cara, debido a la fortaleza de la libra esterlina, el elevado precio del transporte y los fuertes impuestos sobre el alcohol y el tabaco.

En la lista de la UE, París ocupa el segundo lugar de ciudades más caras seguida de Copenhague y Milán. Sin embargo, en el conjunto de toda Europa, Moscú y San Petersburgo se sitúan en los primeros lugares por coste de vida más elevado, por delante de Londres.

En cuanto al resto del mundo, Tokio, Osaka, Hong Kong y Pekín siguen siendo las ciudades más caras a nivel mundial. Nueva York ocuparía el puesto número trece de ciudades con más alto coste de vida y muy por detrás se encontrarían Los Angeles, Boston y Washington. Australia es el país con las ciudades menos caras de mundo, de entre las analizadas, al ocupar los últimos puestos de la lista, aunque disfrutan de una alta calidad de vida, según destaca el estudio.