Estos realojos son, más que un trámite administrativo, "una delicada operación de trabajo social", según el mencionado documento. Los beneficiarios provienen tanto de los expedientes de expropiaciones, como de las bolsas de deterioro urbano y los casos de urgente necesidad.

Desde la elaboración del censo de residentes en el área afectada hasta la entrega de las nuevas viviendas, la EMV desarrolla una labor de análisis, estudio de la documentación aportada, entrevistas personales y auerdos individuales, familiares o colectivos.

Asimismo, los jubilados son los principales beneficiarios de los programas de rehabilitación pública de fincas, los cuales deben permanecer en otra casa mientras es acondicionada la suya. De un total de 61 realojados por este motivo, 51 compraron el piso ya reformado y 10 lo volvieron a utilizar en alquiler, pero a unos precios que en el más caro de los casos apenas supera las 20.000 pesetas.

Además, los Servicios Sociales de la EMV gestionan la adjudcación de viviendas promocionadas por otros organismos públicos o privados, como el IVIMA, Consorcio para el Realojo de la Población Marginada o las Juntas de Compensación. Por este concepto, la Empresa Municipal de la Vivienda adjudicó 229 pisos.