Estos límites son 0,1 nanogramos por metro cúbico para dioxinas y furanos, y serán controlados al menos mensualmente por el Ayuntamiento de Madrid, a través de la empresa Tir Madrid, señaló Sanjuán.

El ayuntamiento -o la AMA, que supervisará el funcionamiento de la planta- enviará al CSIC de Barcelona las muestras de gaes obtenidas en la chimenea, único centro del país con medios para analizar el contenido de dioxinas o furanos.

Por su parte, la organización ecologista Aedenat no se fía de que estas previsiones se cumplan, según explicó hoy a Servimedia Carlos Martínez. "Una incineradora como esta no va a respetar estos límites porque no tiene filtros de carbón activo", aseguró.

Además, en el supuesto de que Valdemingómez sí cumpliera la directiva europea, Aedenat sigue considerando peligrosas esas dosis de 0,1nanogramos por metro cúbico. "El problema es que la dioxina es persistente, se introduce en la cadena alimenticia y, aunque se traten de pequeñas cantidades, se van acumulando". Martínez señaló que ese límite "hay que ponerlo, pero nos parece insuficiente".

La AMA está estudiando el Plan de Control de Emisiones presentado por el Ayuntamiento. Una vez aprobado, a finales de año previsiblemente, se iniciará un periodo de prueba de diez meses. La AMA también se plantea exigir un Manual de Funcionamiento e la planta, que recoja todas y cada una de las operaciones y sus responsables, dijo Sanjuán.