Poco antes de las 11 horas, una llamada anónima cmunicaba al 091 que en la calle Aduana (entre la calle Alcalá y la Gran Vía), a la altura del número 21, se habían oído disparos.

Un radiopatrulla se trasladó al lugar y a las puertas de la discoteca Max encontró a un joven que presentaba una herida por arma de fuego en el tobillo derecho.

Según la primera versión, el herido estuvo bailando en el local un rato. Después se dirigió al baño, donde se cruzó con un desconocido que no le infundió sospechas por el buen aspecto que tenía.

Minutos má tarde, salió de la discoteca y fue abordado por varios individuos, todos desconocidos salvo uno: el hombre con el que se había topado en el aseo. Armados y bajo amenazas le exigieron la cartera. Acto seguido, uno de ellos le disparó en un tobillo.

Los efectivos policiales recuperaron poco después en el lugar de los hechos la cartera, a la que sólo le faltaba el dinero, unas 8.000 pesetas. Los investigadores no descartan que el móvil fuera el robo.