En declaraciones a Servimedia, el máximo responsable de Tráfico indicó que circular a 140 kilómetros por hora en la M-30 es un "acto temerario", que, con mucha probabilidad, acabará en accidente, y que para disuadr de ello el sistema "evidentemente" es el de la denuncia.

No obstante, Muñoz-Repiso cree que el Ayuntamiento de Madrid se topará con dificultades en el procedimiento sancionador que se deriva de la utilización de los radares fijos que fotografían o graban en vídeo a los conductores que exceden la velocidad máxima permitida.

A su juicio, tiene numerosas dificultades porque una vez que se tiene la constancia gráfica del vehículo que ha infringido la norma, hay que buscar al conductor, notificarleesto provoca un importante incremento de la burocracia y se dilata en el tiempo.

Muñoz-Repiso apuntó procedimientos que se utilizan en otros países, como los denominados "guardias tumbados", que consiste en colocar en el asfalto barreras de cemento u otros materiales a ras del suelo, que obligan a frenar al conductor, aunque reconoció que además de ser una medida muy contestada, en la M-30 es "impensable".