Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía, la mujer, que se encargaba de cuidar al pequeño, estaba borracha cuando fue sorprendida por los funcionarios.

El suceso tuvo lugar sobre las siete de la tarde de ayer en la calle Prim. Algunos agentes de la Audiencia Nacional observaron cómo una joven daba varias patadas al cochecito del bebé que paseaba.

Su actitud nerviosa y su extraño comportamiento obligó a pararse a algunos transeúntes que staban en la zona y los policías decidieron también acercarse para ver qué ocurría.

A las preguntas de los agentes, la joven respondió que trabajaba como asistenta cuidando al niño, pero se negó a facilitar su identidad y a decir dónde vivía el pequeño. Su intención era marcharse a toda costa, según las citadas fuentes.

INSULTOS

Los agentes la invitaron a pasar al edificio de la Audiencia, donde facilitó su domicilio y el nombre de la madre del pequeño, aunque los datos eran falsos. En todo momnto, la supuesta niñera mantuvo una actitud hostil hacia los policías, profiriendo gritos e insultos contra ellos.

La policía se percató de que la joven presentaba signos claros de encontrarse bajo los efectos del alcohol. Un coche radiopatrulla la trasladó hasta la comisaría de Centro, donde la detenida facilitó su verdadera identidad, la dirección del pequeño y además reconoció haber bebido mucho vodka.

La patrulla acudió al domicilio del pequeño y se entrevistó con el padre, quien se personó d inmediato en la comisaría. Este explicó que había contratado hacía 15 días a la niñera para cuidar al niño, de cuatro a seis de la tarde. Al ser las siete y no aparecer, el padre declaró que estaba a punto de denunciar su desaparición. El padre se hizo cargo de su hijo, que no presentaba ninguna lesión.

La policía no pudo tomar declaración a la niñera debido a su estado de excitación por lo que la dejaron en libertad con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial si fuera citada. La niñer carece de antecedentes policiales.