Según informó hoy la Delegación de Gobierno de Madrid, la operación, iniciada hace tres meses, culminó el pasado fin de semana. En una de sus acciones, los delincuentes asesinaron de un tiro en la cabeza a un narcotraficante.

Los investigadores descubrieron que la banda utilizaba algún intermediario que fingía estar interesado en la compra de droga, principalmente cocaína y hachís. Posteriormente, elintermediario conseguiría concertar una cita con los narcotraficantes para realizar la compra-venta, preferiblemente en algún lugar apartado y de noche.

En las inmediaciones del lugar de la cita, o en las vías de acceso al mismo, aguardaban esperando los miembros de la banda, que iniciaban una persecución con varios vehículos haciéndose pasar por policías, para lo que contaban con armas e incluso con un rotativo luminoso, de los utilizados por las fuerzas y cuerpos de Seguridad.

Si los vendedoresde droga no detenían la marcha eran sacados de la carretera a la fuerza e, inmediatamente, les era confiscada la droga y el dinero si lo portaban encima; si no se encontraba en su poder les "secuestraban" y les obligaban a llevarles hasta el lugar donde escondían la mercancía para que se la entregaran.

Posteriormente, la banda vendía la droga a través de sus propios canales y contaban con la ventaja de que sus víctimas no presentarían denuncia ante la policía.

El pasado 3 de marzo, en las proximiades del municipio madrileño de Navalagamella, cuando los detenidos realizaban una de sus habituales acciones, los narcotraficantes se resistieron al robo de la misma, por lo que uno de ellos recibió un disparo en la cabeza que le ocasionó la muerte en el acto.

Tras el homicidio, la Guardia Civil comenzó a indagar y descubrió que se habían producido hechos similares en la Comunidad de Madrid, aunque en ninguno de los otros casos con resultado de muerte. Tres meses después detenían a todos los miembrosde la banda.