Los hechos ocurrieron cuando el vigilante del establecimiento sospechó de un joven que entró sudoroso y jadeante en el establecimiento, y que llevaba encima una bolsa que debía pesar bastante.

Nada más entrar en el "burguer, el joven se dirigió a los servicios y se encerró en uno de ellos. El empleado lo siguió y, a través de la puerta, pudo escuchar un ruido extraño, parcido al repiqueteo de unas castañuelas.

Ante lo anómalo de la situación, avisó al 091. Un coche radio patrulla acudió al establecimiento e interceptó al sospechoso cuando lo abandonaba, ahora con varias bolsas. Los agentes las abrieron y comprobaron que estaban llenas de tabletas de hachís. El detenido fue identificado como Jacob F.C., vecino de Villalb.

Este manifestó en comisaría que un hombre, al que conoce de vista, la había entregado la bolsa con el encargode repartir su contenido en varias más y esperar la llegada de otros individuos que se iban a hacer cargo de ellas. A cambio, a él le habían prometido 50.000 pesetas. En el cuarto de aseo, el detenido estuvo repartiendo el contenido de la bolsa grande en otras más pequeñas.