Los "buenos samaritanos" se dirigían al usuario y le explicaban que ellos habían sufrido el mismo percance. El procedimiento para resolverlo era muy fácil, marcar de nuevo tres veces el número y automáticamente salía el dinero y la máquina devolvía la tarjeta.

Por motivos 'inexplicables', el procedimiento no funcionaba. Cuando el usuario acudía al día siguiente al banco a reclamar, se encontraba con que a su cuenta le fltaban unos miles de pesetas. Además, la tarjeta no se hallaba en el cajero, donde había quedado atascada.

En total, hasta el momento, se han esclarecido seis delitos, con un fraude de dos millones de pesetas. El dinero se lo gastaban en compras de artículos de lujo, comidas en los mejores restaurantes y otros caprichos caros.

El procedimiento que utilizaban consistía en manipular el cajero para que retuviera la tarjeta. Cuando el usuario, por indicación de ellos, marcaba repetidamente el número,lo memorizaban, y sacaban el dinero cuando el titular de la tarjeta se había alejado.

Denuncias por fraudes de este tipo se venían recibiendo periódicamente en la comisaría de la Estrella desde hace unos dos meses. Siguiendo el rastro de algunas tarjetas, los policías lograron la pista definitiva para esclarecer los casos.

El último fin de semana alguien había utilizado uno de esos documentos en un hotel de lujo de Sevilla. Como detalle anecdótico, esa persona había sacado 20 billetes del AVE a dferentes horas de salida para, según parece, no tener problemas en tomar el tren que le apeteciera.

Finalmente, lograron conocer su identidad y la de su acompañante. Se trataba del matrimonio formado por José C.O., de 37 años, y Gabriela B.V., de la misma edad. Ambos, junto con su hijo de seis años, residían en Morata de Tajuña y allí fueron detenidos hace dos días.