Según relató n testigo a los funcionarios, el suceso ocurrió a las 5 de la madrugada del pasado 6 de julio en la avenida de Andalucía, a la altura del cruce con la carretera de San Martín de la Vega.

El peatón cruzaba la calzada con el semáforo rojo para los coches. De pronto, fue alcanzado por un Seat Ibiza que, además, circulaba a velocidad excesiva. El peatón fue desplazado y, estando de rodillas, un segundo vehículo, concretamente un taxi, le pasó por encima. Carlos G.B. murió en el acto.

Los agentes encagados de la investigación centraron las gestiones en talleres y aseguradoras, que prestaron en todo momento la máxima colaboración.

El acusado tuvo un accidente el pasado día 11, precisamente en el lugar del atropello: chocó contra una valla e intervino una patrulla de la Policía Municipal. Sin embargo, los investigadores supieron, a través del dueño del taller donde hizo la reparación, que el pasado 6 de julio el mismo conductor había sufrido un percance similar. Como los daños fueron de menor cuantí, el automóvil, un Seat Toledo modelo antiguo, fue reparado en el taller al que acude su propietario en estos casos, sin necesidad de dar parte al seguro.

En consecuencia, ayer viernes fue detenido Miguel M., quien niega los delitos que se le imputan. Afirma que el día 6 colisionó contra una valla en el lugar del atropello y llevó el taxi a reparar ese mismo día al taller concertado. El mecánico que lo recibió quedó sorprendido de que el coche llegara recién lavado.