El móvil del crimen fue, al parecer, una disputa geneada en el transcurso de una partida de cartas, según informaron las mismas fuentes.

Los hechos tuvieron lugar minutos después de medianoche del 14 de julio. La comisaría de Centro informaba al grupo V de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial que en la plaza de Cabestreros se había producido una pelea, que se saldó con un joven gravemente herido.

Inmediatamente fue trasladado al Hospital Clínico, pero la víctima presentaba una herida de arma blanca en la zona abdominal que le afectó el bazo Esto le ocasionó una gran pérdida de sangre y las maniobras de recuperación resultaron infructuosas. Said A. fallecía apenas dos horas después de su ingreso.

Los inspectores encargados de la investigación acudieron al lugar para recabar toda la información posible. Pero ninguno de los allí presentes, una treintena de compatriotas de la víctima, había visto nada. Tan sólo se observaba en el centro de la plaza, un reguero de sangre y naipes tirados al suelo. Al parecer, éste fue el móvil: una de las frcuentes partidas de cartas que tienen lugar en esta plaza, en las que se juega dinero, motivó una discusión entre la víctima y el agresor y éste último agredió a Said con un arma blanca y le ocasionó una herida mortal de necesidad.

Las pesquisas continuaron con el objeto de lograr la identidad del autor. Del estudio de las huellas, de las declaraciones de familiares de Said y, finalmente, de dos reconocimientos fotográficos se llegó finalmente al nombre de Mustafá: así era conocido en su entorno el bucado.

Pero esta sólo era una de las filiaciones que utilizaba el sospechoso. Pronto se pudo comprobar su violento y engrosado historial delictivo, pues con 9 nombres distintos contaba con 29 antecedentes por robos, atentados a agente de la autoridad, lesiones y amenazas.

Su verdadera filiación era Anea H., nacido en Argelia, y 22 años. Según todos los indicios, había abandonado Madrid con destino desconocido. En previsión de que abandonara el país, el grupo de Homicidios encargado de la investigaión emitió una orden de búsqueda y detención no sólo en territorio español, sino a nivel internacional.

Sin embargo, Anea H. fue detenido no lejos del lugar de los hechos. Agentes de la Comisaría de Centro, que prestan su servicio en radiopatrulla, reconocieron al buscado cuando se encontraba en la calle Ronda de Valencia, a las 05.30 horas de ayer. Al verlo en la vía pública lo reconocieron inmediatamente: no en vano, ya había visitado los calabozos de esta comisaría por otros delitos menores.

Imediatamente, la comisaría de Centro comunicó a Homicidios el arresto. El detenido ha pasado a su disposición y, en las próximas horas, al término de las diligencias policiales, será puesto a disposición del Juzgado de Guardia.