El hijo del propietario de un bar situado en la Avenida de Badajoz, comenzó a sospechar de un cliente que le pedía cambio de monedas por billetes de los premios que sacaba en la máquina, sin que en ningún momento precisará de monedas para iniciar la jugada.

El joven comenzó a observar las monedas que introducía Krassimire M. en la máquina y comprbó que tenían un color plateado atípico. Esperó a que el detenido terminará de jugar para abrir la caja interior donde descubrió que había 40 piezas que imitaban las monedas de 500 pesetas.

Tras verificar la estafa, llamó a la policía. Los agentes procedieron a registrar al sospechoso y encontraron en su bolsillo otras nueve falsificaciones, y en su mochila todos los útiles necesarios para su fabricación: un camping-gas, unos alicates, dos limas, un recipiente plano para fundir metal, dos barras de esaño, y un molde de metal para elaborar las monedas.

En su declaración, el detenido admitió la autoría de estas falsificaciones. Krassimire M. había sido detenido con anterioridad en 4 ocasiones y ya ha pasado a disposición judicial.