La mayoría de los delitos se realizaron en el distrito madrileño de Tetuán. Tras los arrestos se practicó un registro en el domicilio de las sospechosas en el que se recuperaron numerosas joyas y efectos de valor procedentes de hurtos que se les imputan.

Las investigaciones comenzaron a principiosdel mes de octubre, con las primeras denuncias de vecinas del distrito de Tetuán, de edades comprendidas entre los 75 y 95 años.

Las víctimas coincidieron en describir a las presuntas autoras como dos mujeres de entre 30 y 40 años, bien vestidas, que se presentaban con la excusa de vender algo o de ser asistentes sociales. Mientras una entretenía a la señora, la otra se introducía en la casa sin ser vista y se quedaba con los efectos de valor.

Actuaban siempre entre las 11,00 y las 14,00 horas enfincas en las que no hubiera portero físico. Abordaban a su víctima en el portal y con amabilidad les sonsacaban información sobre su vida. Una vez ganada su confianza entraban con la víctima en la vivienda y, tras hacer amago de cerrar la puerta, la dejaba entreabierta para que pudiera entrar su compinche.

Luego con la excusa de pedir un vaso de agua o una infusión, la dueña de la casa permanecía distraída mientras entraba la compinche en la casa y para ganar tiempo, la que había entrado acompañandola anciana se ofrecía a darle un masaje, para lo cual la colocaba de espaldas a la puerta y a las zonas de paso.

Las detenciones se llevaron a cabo en la confluencia de las calles Baravo Murillo y Cea Bermúdez gracias a que un agente reconoció a las sospechosas por las ropas que llevaban.

Ascensión J.J., tenía cuatro antecedentes por hurto y robos con fuerza y, al parecer, actuaba como maestra. Dolores M.P., tenía cinco detenciones con nombres diferentes y con cada una de sus identidades acumulaa numerosos delitos contra el patrimonio, y varias órdenes judiciales de detención. La Policía no descarta detectar nuevos delitos realizados por estas dos personas.