La intervención tuvo lugar a la una de la madrugada en el número 56 de la madileña calle Jaspe (distrito de Usera), cuando los vecinos llamaron a la policía porque los ruidos de unas máquinas de coser del piso bajo no les dejaba dormir.

Una vez allí, los agentes comprobaron que en su interior había tres personas, una mujer de 30 años y dos menores, de 10 y 14 años, al parecer hermanas.

Ninguna de las tres tenían documentación alguna, por lo que la mujer, que señaló que no era la propietaria del local y que ni siquiera tenía llaves para cerrarlo, tuvo que ser trasladada hata la Brigada de Documentación.

Las dos niñas fueron llevadas al Grupo de Menores de la Policía Judicial para conocer el paradero de sus padres, ya que en principio no dieron ninguna pista sobre ellos ni supieron explicar por qué se encontraban en el taller.

Dentro del local, en el que había un recinto habilitado para cocinar, se encontraron seis máquina de coser y una planchadora, aunque no se halló ningún colchón o utensilio que hiciera pensar que las tres personas viviesen allí. Tampoco se haló papel alguno sobre la identidad del propietario del local.