A su juicio, este negocio consistiría en la comercialización y utilización de fotografías de niños para "aspectos insanos de ciertos adultos". Además, comprendió la existencia de gente que esté detrás de estos temas, porque hay personas "dispuestas a pagar por conseguir fotografías de menores. Reconoció que "todos los que abusan con niños no son enfermos mentales, ya que puede haber desviación sexual".

Por otra parte, en referencia al turistacanadiense detenido por fotografiar a niños desnudos en la piscicina municipal "El Lago" de la Casa de Campo, Urra señaló que "es la primera vez, en los once meses que llevo en el cargo, que ocurre una cosa así" y agregó que "por desgracia, empieza a ser bastante cotidiana la utilización de redes para realzar el negocio ilícito con los menores".

El Defensor del Menor de la Comunidad madrileña subrayó que "estamos en contacto permanente" con el Grupo de Menores de la Policía (Grume) y la Fiscalía de Meores para "certificar" el cumplimiento de las normas y la leyes aplicadas al detenido, C.J., de 29 años.

"Partiendo de la presunción de inocencia", explicó Urra, "si se demuestra que el ciudadano canadiense es culpable, espero que la sanción sea grave, porque se trataría de un abuso sexual, o sea, estamos hablando de atacar la libertad de una persona, encima menor, en contra de su voluntad".