Según Núñez Morgades, el "modus operandi" de colocar varios artefactos sguidos en edificios de la Administración y su posterior reivindicación a través de los medios de comunicación, con el fin de hacer cundir la alarma entre la población y movilizar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, coincide con la forma habitual de actuar de estos grupos.

Además, el delegado precisó que estos atentados coinciden con el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional contra el miembro de los GRAPO Enrique Cuadra Echeandía, detenido en noviembre de 1996 en relación cn el secuestro del empresario Publio Cordón, y con la advertencia que hizo ayer, durante la vista oral, amenazando con que "a esta organización aún le quedan muchos kilos (de explosivos) en reserva".

Núñez Morgades recordó también que varios activistas de los GRAPO que fueron puestos en libertad hace unos meses, tras haber cumplido su condena, advirtieron que no estaban arrepentidos.

El delegado dubernativo hizo un llamamiento a la sociedad madrileña para que esté tranquila y explicó que tras losatentados se han activado todos los mecanismos de seguridad habituales: controles en los accesos y salidas de la capital y búsqueda de los responsables de la colocación de las bombas.