Además, genera el 17,7% de la producción española, según un estudio de la Fundación BBVA.

Con seis millones de habitantes en 2006, la Comunidad de Madrid es la tercera comunidad autónoma más poblada, después de Andalucía y Cataluña.

Según recoge el estudio, el stock de capital neto o capital acumulado en Madrid se ha duplicado en los últimos 25 años, creciendo a una tasa anual media del 3,3%.

El crecimiento de la capitalización madrileña en ese periodo multiplica por 3,4 al de la población y supera al del empleo en casi un 40%. De este modo, la dotación de capital por trabajador ha aumentado notablemente y se ha impulsado la productividad por ocupado.

Dada la dinámica urbana y los mayores precios relativos de la vivienda en la Comunidad de Madrid, el peso de su capital residencial en el total estatal se acerca al 19%. Madrid y Cataluña son las dos regiones con mayor capital en viviendas.

El peso de las dotaciones de capital de las infraestructuras públicas madrileñas en relación con España es del 11,4%, menor a su peso en PIB y población pero superior al correspondiente a la superficie.

Según el estudio de la Fundación BBVA, si se compara con la estructura española, la capitalización actual de la Comunidad de Madrid está relativamente más concentrada en infraestructuras aeroportuarias y ferroviarias. En el caso de las primeras se multiplica por más de 2,5 la estructura española.

Los activos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), aunque pesan menos que las infraestructuras en el capital riqueza de Madrid, contribuyen en mayor medida a generar servicios productivos.

De hecho, destaca la extraordinaria aportación al crecimiento del capital productivo de estos activos durante la última década: aunque representan el 15% de la inversión total y el 6% del capital neto, contribuyen en un 28% al crecimiento del capital productivo.

Por ramas de actividad, en la Comunidad de Madrid se observa un indiscutible protagonismo de la inversión realizada en el sector servicios (86,4%). El resto se invierte principalmente en la industria (6,5%) y el sector energético (4,1%).

Desde la perspectiva comparada se observa que la composición de la inversión en Madrid en los últimos años está relativamente más orientada hacia la rama de los transportes y las comunicaciones.