Sn embargo, tanto la Delegación del Gobierno como la Jefatura Superior de Policía de Madrid señalaron a Servimedia que el inmigrante fue correctamente tratado y que se abortó su expulsión del país porque se negó a embarcar en el avión que le iba a devolver a su patria.

Según la versión policial, el yugoslavo se resistió por la fuerza en el aeropuerto a tomar el avión, ante lo que la policía optó por devolverlo al Centro de Moratalaz.

Una vez allí, relató a algunos compañeros que había sido objeto e coacciones y malos tratos, y éstos pusieron estas denuncias en conocimiento de personas del exterior del centro que las difundieron.