A fin de comprobar las condiciones de accesibilidad de la nueva línea de Metro de Madrid, un grupo de personas con discapacidad (tres personas sordas, una persona ciega y una persona usuaria de silla de ruedas), acompañados de técnicos en materia de accesibilidad, un intérprete de Lengua de Signos y redactores de "cermi.es" realizaron una visita a Metrosur para conocer "in situ" las estaciones y el material rodante de esta línea de metro y analizarlas desde el pnto de vista de su uso en condiciones de seguridad y comodidad por parte de las personas con discapacidad.

A juicio de este grupo de personas, Metrosur se limita a resolver, y de modo no plenamente satisfactorio, la accesibilidad básica para personas con movilidad reducida a causa de una discapacidad física.

No obstante, se ha comprobado la inoperatividad de algunos ascensores (quizá por una precipitación en la puesta en servicio), la necesidad de cambiar de ascensor más de una vez y la excesiva istancia de los recorridos, entre otros problemas.

Asimismo, pueden darse dificultades para acceder en silla de ruedas desde el andén de las estaciones a los coches. Otro problema detectado para personas en silla de ruedas o de talla menuda es la altura de los interfonos amarillos de comunicación, algunos de los cuales no funcionaban en el momento de su uso.

Las principales dificultades de accesibilidad de Metrosur las encuentran las personas ciegas y deficientes visuales y las personas sordas y on deficiencias auditivas, según la citada publicación.

En los casos de personas sordas, se denuncia la ausencia de señalización adecuada, la inexistencia de avisos visuales o luminosos o la falta de subtitulación de los mensajes que emite la compañía a todos los viajeros y usuarios. Se ha comprobado también la ausencia de intérpretes de Lengua de Signos o de personal formado en esta lengua en los puntos informativos.

Por su parte, las personas ciegas y deficientes visuales echan de menos una mejr señalización que permita la orientación de estos usuarios. Escaleras sin señalizar, espacios amplísimos sin referencias visuales correctas, iluminación inadecuada, solados y revestimientos con reflejos, etc., son otros aspectos que impiden o dificultan el libre desenvolvimiento de estas personas.

Todas esta situaciones anómalas persisten a pesar de que la Comunidad de Madrid dispone desde 1993 una Ley de Promoción de la Accesibilidad y Eliminación de Barreras, que aún no cuenta con un reglamento genral de desarrollo, lo que resta de efectividad a esta legislación.