Fernández Tapias hizo estas declaraciones en la celebración de la Asamblea General de Ceim, que aprobó el ejercicio de 1998 con un superávit de 814.000 millones de pesetas.

El dirigente de la patronal elogió el esfuerzo del secto empresarial y resaltó que, en aras de un "crecimiento económico estable", se hace necesario un ajuste fiscal en las empresas. En la actividad fiscal directa aludió al Impuesto de Actividades Económicas, y en la presión fiscal indirecta, recomendó simplificar y flexibilizar las obligaciones fiscales de las empresas.

Fernández Tapias ironizó sobre la fuerte carga fiscal de las empresas, "que han llegado a convertirse en auténticos gestores de impuestos, supliendo labores que correspondería desempeñar ala Administración".

Además, apoyó la creación de la "ventanilla única", y exigió que las administraciones públicas acorten los plazos de pagos que realizan en sus obligaciones contraídas con las empresas.