Ante el anuncio por parte de Rafael Simancas de situar al frente de la entidad financiera un nuevo presidente de talante progresista, López señaló que "no es bueno poner en peligro la estabilidad de la institución sin contar con el consenso general".

"Caja Madrid no debe ser un instrumento político sometido a continuos cambios", dijo, "por lo que trabajaremos y apoyaremos en todo momento un consenso político y social de todos los sectores para su buen funcionamiento".

En este sentid, el secretario general de CCOO-Madrid destacó que el problema no es quien ostente la presidencia, sino que Caja Madrid juegue un papel más activo en la sociedad madrileña a través de su Obra Social, de su Fundación o de las líneas de crédito en el ámbito económico.