La tecnología con que contarán las nuevas dependencias permitirá incrementar la rapidez y facilidad en la circulación de las muestras, así como separar las zonas analíticas para evitar contaminaciones cruzadas.

Carlos Mayor aseguró que el futuro laboratorio será "el mejor que hay en España en esta materia" y que con él el Canal se adelantará alas futuras exigencias europeas en materia de calidad de las aguas. "Una vez más", afirmó, "el Canal de Isabel II se adelanta a las exigencias normativas y está a la vanguardia en cuanto a innovación tecnológica".

Según indicó la subdirectora de Calidad de las Aguas, Carmen Gordo, lo que se pretende con este laboratorio es contar con el espacio y las condiciones necesarias para la instalación de intrumentos que permitan cumplir los nuevos parámetros aprobados en la Directiva de Agua Potable de la Unió Europea, que afectan a las aguas que gestiona el Canal.

El Laboratorio de Calidad de las Aguas dispondrá de nuevas técnicas analíticas para determinar por primera vez las cianotoxinas, hidrocarburos, criptosporidium y subproductos del tratamiento, lo que requerirá de la implantación de cinco nuevos equipos técnicos.

Estas instalaciones, que tendrán una superficie de 2.165 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, posibilitarán la adecuación y el control de las condiciones ambientales necearias para cada técnica, con el objeto de evitar la contaminación a través del aire acondicionado.

Además, el futuro edificio permitirá establecer barreras con filtros ultravioleta en el laboratorio de microbiología, separar con facilidad los vertidos líquidos y aplicar un sistema de almacemaniento de muestras que haga posible su adecuada conservación.

El nuevo Laboratorio de Calidad de las Aguas sustituirá al actual, construído hace 25 años y que, junto a otros siete periféricos y a una red autoática de 23 estaciones, ha efectuado alrededor de 1.300.000 muestras en lo que va de año.