Para ello, indicó el consejero, se ha actuado sobre una superficie de más de 96,85 metros cuadrados, intentando que la modificación estructural fuera la menor posible. "El objetivo -aseguró Cortés- ea mantener la mayoría de elementos del conjunto original, aunque su función fuese distinta".

La inversión destinada a la recuperación del lavadero, cuyo origen se sitúa en los primeros años de la posguerra, ha superado los 49.000 euros, que han permitido rescatar uno de los antiguos pilones de granito, reducir las humedades del edificio, construir una nueva cubierta y realizar diversas mejoras exteriores. Entre estas últimas, señaló el vicepresidente, se encuentra el ajardinamiento y pavimentación de a zona y la creación de accesos para personas con movilidad reducida.

"El estado de conservación del edifico", indicó el consejero, "no era muy bueno, si bien las obras han permitido evitar su total degradación y su reutilización como aula taller del colegio público, adaptando además una zona para huertos experimentales de los escolares, y en general para uso de los vecinos".

De este modo, finalizó Cortés, se recupera una de las edificaciones de la memoria popular de la localidad, concediéndole aemás una nueva labor integradora entre los vecinos del municipio, que podrán reunirse en sus alrededores y realizar en ella diferentes actividades.