sto quiere decir que por viajar una vez en tren una persona se ahorra una media de 675 pesetas, menos el precio del billete, que ronda entre las 56 y las 168 pesetas diarias para 40 viajes al mes (20 días laborales) si el usuario compra un abono mensual, pero que puede ser inferior si efectúa más traslados.

En conclusión, cada viaje en Cercanías reporta unas 500 pesetas de ahorro neto a los madrileños, según los datos facilitados por la compañía ferroviaria.

Si todos los viajeros de Cercanías (ceca de medio millón diarios) optasen por su coche como forma de ir a trabajar o de compras al centro, las carreteras de la región se verían ocupadas cada día por un mínimo de 400.000 vehículos más.

Calculando que cada uno de estos coches funcione cada día un mínimo de media hora por viaje, esto supondría 400.000 horas de consumo de gasolina. A 8 litros de combustible por automóvil y hora en trayectos urbanos salen 3,2 millones de litros de gasolina o gasoil.

A una media de 100 pesetas por litro, tdos estos conductores gastarían, en un sólo día, 320 millones de pesetas, que ascendería a 116.800 millones de pesetas al año.

Esto sin contar con los perjuicios económicos de las horas de trabajo perdidas que traería coger el coche en lugar del tren: 17.520 millones de pesetas al año, según el informe de Renfe.

TRIPLE DE VIAJEROS EN 10 AÑOS

No es extraño, por tanto, que los viajeros de Cercanías hayan aumentado un 235 por cien en la última década. En la actualidad, el 30,6% de los viajeros queentran o salen de Madrid en hora punta (entre 6 y 9 de la mañana) lo hacen en tren de cercanías, contra el 29,4% que utilizan el autobús y el 40% del coche privado.

Por líneas, las procedentes de Fuenlabrada y Parla son las que más proporción de viajeros llevan en hora punta, en comparación con los vehículos particulares (el 83,8% usan el tren). Les siguen la de Móstoles (61,9%), Alcalá de Henares (45,4%), Villalba-Las Rozas (34,4%), Vicálvaro (25,3%), Tres Cantos (15,2%) y Aranjuez (13,5%).

Otra ventajas del tren son que los mismos viajeros consumen menos energía si van en tren que en coche (menos de la mitad), disminuye las congestiones de tráfico (un tren de doble composición reduciría un kilómetro y medio de atasco de carretera) y contamina menos (el 3% de las emisiones de dióxido de carbono, contra el 55% del vehículo privado y el 25% de los camiones).

En cuanto a la contaminación acústica, el tren representa el 10%, mientras que el tráfico por carretera se lleva la mayor parte (64%), seuido del ruido que causan los aviones (26%).

Por otra parte, una tonelada-kilómetro transportada por carretera consume tres veces más espacio o suelo que la enviada por ferrocarril.

Además, el riesgo de muerte en España es 10 veces mayor en carretera que en tren, mientras que el de quedar herido es 170 veces mayor.

Los usuarios han aumentado su percepción de calidad en este tipo de tren, según Abelardo Carrillo, director de Cercanías. Según una encuesta del pasado mes de julio, estos han pasdo de 6,86 a 7,53, sobre 10 puntos, en la valoración de la puntualidad de los convoyes, lo que para Carrillo significa que el servicio ha alcanzado "un notable" entre los madrileños. De hecho, el estudio revela que la puntualidad de los Cercanías es del 97,8%.