Además, el 95,9% de la población española respiró aire insalubre por ese contaminante según el valor límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esos datos figuran en el informe ‘La contaminación por ozono en el Estado español durante 2024’, elaborado por Ecologistas en Acción y presentado este martes en una rueda de prensa en Madrid por Miguel Ángel Ceballos, coordinador del trabajo; Carmen Duce, coordinadora de la ONG, y Juan Bárcena, responsable de calidad del aire en esa organización ecologista.

El informe se basa en datos recopilados de 492 estaciones fijas de medición repartidas por 131 zonas y aglomeraciones. El documento incluye datos preliminares entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2024.

CONTAMINANTE COMPLEJO

El O3 u ‘ozono malo’ suele aparecer en los meses de mayor radiación solar, por lo que suele estar vinculado a la primavera y el verano. Se trata del contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en España, y el más estrechamente ligado con el cambio climático por su relación con el sol.

Además, es un contaminante complejo que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial, los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva. Se trata de un contaminante secundario que en verano afecta a las áreas suburbanas y rurales influenciadas por la contaminación urbana e industrial.

El informe, que cumple su novena edición anual, toma como referencia tres valores límite. Uno de ellos es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que fija el objetivo a 100 microgramos de ozono por metro cúbico de aire en periodos de ocho horas, que no debe superarse durante más de tres días al año.

Otro se refiere al nuevo objetivo legal de la UE -aprobado definitivamente este lunes por el Consejo de la Unión Europea- de 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire en un trienio, el cual no debe rebasarse en periodos de ocho horas durante más de 18 días al año y debe alcanzarse antes de 2030.

Y el tercero alude al objetivo vigente de la UE de que no deben superarse los niveles de 120 microgramos de ozono por metro cúbico durante más de 25 días al año. Este criterio será en breve sustituido por el nuevo de 18 días anuales.

“LOS PEORES DATOS HISTÓRICOS”

Con el nuevo objetivo legal de la UE, alrededor de 8,6 millones de personas (un 17,9%) ha respirado este año niveles superiores de ozono, es decir, uno de cada seis españoles.

La Comunidad de Madrid registró 6,9 millones de habitantes (el 100% de su población) expuestos a niveles de ozono troposférico superiores a los nuevos límites legales.

La ciudad de Madrid alcanzó los niveles históricos más elevados de ese contaminante, con, según Ceballos, “los peores datos históricos desde que tenemos registros, en los años 90”.

Si se tiene en cuenta el objetivo actual de la UE (menos estricto), el porcentaje de personas que han respirado aire contaminado con ozono desciende a un 12%, repartidas entre la Comunidad de Madrid, la aglomeración de Guadalajara, el valle del Tiétar y el Aberche (Ávila), la Plana de Vic y el Prepirineo (Cataluña), y Villanueva del Arzobispo (Jaén).

Respecto al valor recomendado por la OMS (el más estricto), el aire contaminado ha llegado a algo más de 46 millones de personas, el 95,9% de la población.

La frecuencia de las superaciones de los estándares legal y de la OMS fue inferior a la de los dos años previos, con descensos de un 34% y un 23%, respectivamente, en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019.

RECOMENDACIONES

Según Ecologistas en Acción, la contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, pues causa cada año en torno a 2.500 muertes en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y afecta a niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias.

Además, apuntó que la información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema.

Consideró inaceptable que no haya un Plan Nacional de Ozono, cuya elaboración está pendiente desde 2015, mientras ocho comunidades carecen aún de planes autonómicos para reducir este contaminante por el incumplimiento desde 2010 de los vigentes objetivos legales, pese a las condenas recibidas del Tribunal Supremo y los tribunales de Castilla y León, Navarra, Cataluña y Comunidad Valenciana.

Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son disminuir el tráfico motorizado, sustituir los disolventes orgánicos por agua, el ahorro energético, un despliegue ordenado de las energías renovables, las áreas de control de emisiones del mar Mediterráneo y el Atlántico Noreste, reducir el tráfico aéreo, penalizar fiscalmente los vehículos diésel y la aviación, y una moratoria para las macrogranjas.