Julia González, concejala de Sanidad del citado municipio, consideró que, en los últimos días estas condiciones se han deteriorado "aún más" debido a los fuertes calores del verano y declaró: "Hemos constatado temperaturas superiore a los 50 grados en el interior de las chabolas", construidas con aglomerados y uralitas.

El asentamiento, situado en la denominada Cañada Real, fue levantado por las familias gitanas, cuyas infraviviendas sufren constantes roturas de tuberías que provocan contaminación y no disponen de luz eléctrica lo que imposibilita la conservación de los alimentos.

"Este cuadro genera infecciones intestinales, pústulas, eccemas, gastroenteritis y otras enfermedades en los miembros de estas familias, que han enido que ser atendidos en el Hospital Gregorio Marañón", subrayó la edil.

Además de estas infecciones, el Ayuntamiento de Rivas recordó que las "charcas de purines" -excrementos- de las granja de cerdos próxima al asentamiento han ocasionado la muerte de varios perros que beben estas aguas. "Los niños juegan en los alrededores y aparte de los malos olores sufren picaduras de mosquitos", añadió González.

Por último, la concejala recordó la promesa del equipo de Gobierno municipal que preside JoséMaría Alvarez del Manzano de buscar otro alojamiento más digno para estas familias, pero el plazo de su cumpimiento venció en junio y "los del PP no han hecho nada todavía".