MADRID. EL AYUNTAMIENTO NO TIENE AGENTES PARA CONTROLAR EL RUIDO NOCTURNO, SEGUN EL GRUPO MUNICIPAL SOCIALISTA

MADRID
SERVIMEDIA

La concejala socialista Ana Tutor denunció hoy que en el mes de agosto la Patrulla Verde no tiene ni un solo agente para controlar los ruidos que los más de 3.000 establecimientos existentes en Madrid (discotecas, pubs, bares, terrazas,etc) producen a partir de las doce de la noche, según fuentes del Ayuntamiento de Madrid.

Para Tutor es inadmisible que e las actuales circunstancias los responsables del Area de Medio Ambiente del Ayuntamiento pregonen a los cuatro vientos que el ruido de Madrid "es poco más o menos el mismo que el de las ciudades de Francias, Inglaterra o Italia". "Es seguro que los madrileños que han viajado a estos países considerarán estas declaraciones simplemente como un mal chiste", afirmó.

La Ordenanza General de Medio Ambiente Urbano permite un ruido máximo de 55 decibelios durante la noche en las zonas comerciales o recreativs, nivel que es sobrepasado especialmente en los establecimientos situados en los distritos del Centro, Chamberí, Salamanca y Tetuán, donde se encuentran más del 50% de los locales, que suelen alcanzar los 70 decibelios de ruido medio ambiente hasta las 3 de la madrugada.

Según las mismas fuentes, las inspecciones que se realizan a raiz de las denuncias de los vecinos afectados por el ruido no se realizan por la noche o de madrugada, cuando se comete la infracción, ya que la Policía Municipal carece d instrumentos adecuados para medir los ruidos, sino que son practicadas por la mañana a través de los Servicios de Inspección de las Juntas Municipales de Distrito.

Para Ana Tutor, "el Ayuntamiento debe controlar las infracciones en materia de ruidos en el momento en que éstas se están produciendo y no dos días después. Por tanto, es imprescindible que, tanto la Patrulla Verde como los Equipos de Medición de ruidos, deben actuar inexcusablemente por la noche y durante los fines de semana".

Para e Grupo Municipal Socialista, la modificación aprobada en el Pleno Municipal en noviembre de 1993, que obligaba a los establecimientos a realizar obras en sus locales para no sobrepasar los niveles de ruido establecidos, es "papel mojado", porque la megafonía de estos lugares no se correponde con el nivel de insonorización.

Para Ana Tutor, "es más fácil modificar las Ordenanzas Municipales o publicar bonitos bandos contra el ruido que invertir en pantallas acústicas o aumentar la dotación de técnicos yagentes para que efectivamente la normativa se cumpla".

"Es inadmisible", agregó, "que en los dos últimos años el equipo de gobierno municipal no haya destinado ni una peseta en sus presupuestos de los dos últimos años para inversiones en la lucha contra la contaminación acústica en la Capital y que la actual red automática de medición de ruidos haya tenido que ser instalada por el MOPU".

(SERVIMEDIA)
02 Ago 1994
VBR