Alvarez del Manzano, que recorrió las instalaciones y asistió a una misa oficiada por el padre Garralde, conocido por su labor con los marginados, se definió como "alcalde de todos los madrileños, los de dentro y los de fuera".

Durante su visita, el alcalde recibió todo tipo de peticiones por parte de las internas, fundamentalmente la reforma de la ley penitenciaria. En este sentido, el alcalde afirmó que las recluas "no entienden de competencias y piensan que con ello se suavizaría su situación", aunque se comprometió a trasladar esa petición a su grupo parlamentario.

El edil, quien según las reclusas es la única autoridad que viene a visitarlas, departió largo rato con las internas a lo largo de su visita, que calificó de "emocionante".

"Creo que por un momento se les olvida su situación y sólo con eso me siento útil y me alegro de poder ayudar aunque sólo sea en eso", afirmó.

A preguntas de los infrmadores, el alcalde se refirió a la posible huelga anunciada en el Metro el lunes, sobre la que expresó su pesar si llega a realizarse.

No obstante, manifestó su deseo de que, en ese supuesto, "funcionen los suficientes servicios mínimos para que cubran las necesidades de movilidad de los madrileños, sobre todo en las horas punta".

Asímismo, reveló que mantuvo una entrevista con el director de Metro, en la que le pidió que hiciera todo lo posible para que la huelga no se lleve a cabo.

La vita al centro penitenciario concluyó con un recorrido por la guardería, donde conviven una veintena de niños con las reclusas. Estas agradecieron al alcalde su visita y le arrancaron la promesa de volver el próximo año.