Este sistema de vigilancia de ruidos, similar a los existentes en Manchester (Reino Unido), Amsterdam (Holanda) o Zurich (Suiza), recogea través de 16 estaciones distribuidas geográficamente por un eje noroeste-sureste información de los niveles de ruido y, mediante un ordenador conectado al aeropuerto, identifica los incumplimientos de senda y confecciona informes periódicos. Asimismo, gestiona las quejas de los ciudadanos a través de un número de teléfono, aunque esta última prestación aún no ha entrado en servicio.

Además de informar de la existencia de este sistema, llamado Sistema de Monitorado de Ruidos y Sendas de Vuelo (Sirma) a una parte de las 70 compañías aéreas que operan en la terminal, los responsables de Barajas lo presentaron hoy a la prensa y a autoridades de la Comunidad de Madrid (CAM) y de los municipios afectados.

El sistema se desarrollará en tres etapas, según explicó el director del aeropuerto, Juan Lema. Una primera, de información de la existencia del Sirma a compañías, alcaldes y CAM, y opinión pública. Dentro de medio año, aproximadamente, comenzarán a notificarse sistemáticamente todos y cada uno de lo incumplimientos a las compañías, para que éstas se den por enteradas y los justifiquen, si procede. Y a partir del otoño de 1996, aquellas compañías que reincidan serán denunciadas ante Aviación Civil, que puede sancionar y prohibir operar si fuera necesario.

El ruido es el principal problema medioambiental del aeropuerto, pero no el único. Además de los 200 millones de pesetas que ha costado el Sirma, Barajas ha invertido 465 millones más en dos obras de mejora ambiental.

Casi 400 millones, en na zona de 6.000 metros cuadrados para recuperar y reciclar el líquido empleado para deshelar los aviones en invierno, el glicol, que debe ser recogido por ser contaminante. Y 65 millones, en un separador de grasas en colectores con capacidad para tratar 170 metros cúbicos/hora antes de que los colectores del aeropuerto viertan a la red municipal.

AMPLIACION O SEGUNDO AEROPUERTO

El director del aeropuerto justificó, en declaraciones a Servimedia, la ampliación de Barajas como alternativa a un segund aeropuerto (el PP defendía hasta hace poco tiempo otro en Torrejón, pero el presidente Alberto Ruiz-Gallardón ha apostado recientemente por una sola terminal) porque "uno es mejor que dos".

Lema citó los casos de Londres o París, con dos aeropuertos, como ejemplo de pérdida de tiempo si el trasbordo que hay que realizar es en un segundo aeropuerto. "Si se llega a Orly, en París, y hay que tomar un vuelo en el Charles De Gaulle, hay que atravesar toda la ciudad".

Por otro lado, desde el punto de ista económico, ampliar Barajas costará unos 150.000 millones y construir un nuevo aeropuerto en Torrejón ascendería al billón de pesetas, aseguró Juan Lema.

En cuanto a las repercusiones medioambientales, ambos emplazamientos están separados entre sí por tres kilómetros, por lo que son similares en ambos casos.

Por último, la mayor proximidad a la sierra de Guadarrama de Barajas o el mayor número de días con niebla (Barajas tiene una media de 11 días al año) -argumentos a favor de Torrejón- son ircunstancias completamente superadas con los modernos sistemas de navegación, según el director del aeropuerto.