Según los ecologistas, este paso subterráneo se construye en una intersección poco conflictiva, con un volumen de tráfico casi tres veces inferior al que presentan los demás pasos subterráneos adjudicados o en proceso de adjudicación, como los de Conde de Casal o República Dominicana.

Par Aedenat, el paso subterráneo está integrado en un proyecto circulatorio más amplio, que supondrá el incremento de tráfico en el eje Alfonso XIII-Corazón de María, convirtiéndolo en una vía alternativa entre las rondas y la M-30, lo que deteriorará la calidad de vida del barrio aumentando la contaminación, el ruido, la segregación entre los dos márgenes del eje y los accidentes.

Además, los conservacionistas denuncian irregularidades en la adjudicación de la obra. Entre ellas el rechazo de la oferta d la unión temporal de empresas formada por Ortiz y Elsan, por proponer un plazo de ejecución de las obras inferior al establecido en el pliego del concurso, siendo además esta oferta la más ventajosa económicamente para los compradores de las plazas del aparcamiento de Corazón de María, que están financiando con su compra la ejecución del paso subterráneo.

A esta oposición y denuncia se une la plataforma ciudadana contra este paso que está constituída por seis asociaciones vecinales de Charmartín.

A pesar del inicio de las obras, esta plataforma mantiene su campaña de oposición al paso subterráneo, ya que aseguran que todavía están a tiempo de encontrar una vía de diálogo que evite la finalización de esta obra.

Aedenat y la plataforma han convocado una concentración para el próximo sábdo en el cruce de Lopez de Hoyos con Alfonso XIII y Corazón de María en protesta por la realización de este paso subterráneo.