Según daos aportados por la Policía Municipal, el año pasado se produjeron 108 accidentes de tráfico en las vías que atraviesan el parque en sentido este-oeste, unas carreteras que soportan un trasiego de 25.000 vehículos diarios y hasta 70.000 en días festivos. También es el mayor aparcamiento de la ciudad, "y además gratuito", indica Aedenat.

Los accidentes, que en 1993 ocasionaron 2 personas muertas y 71 heridas, "sólo pueden ser producto de una conducción temeraria, ya que la velocidad está limitada a los40 kilómetros por hora, en muchos tramos a 30 e incluso a 20 km/h", aseguran los ecologistas.

Los conductores acosan a paseantes, deportistas y escolares; sin olvidar la fauna que "milagrosamente" pervive en la Casa de Campo: ardillas, erizos, culebras e incluso patos aparecen atropellados en las calzadas.

La culpa la tiene, en opinión de Aedenat, la política municipal que incentiva el transporte privado en detrimento del público. Para apoyar su argumentación, recuerdan que el alcalde, José MaríaAlvarez del Manzano, ha dicho que "cerrar el tráfico de vehículos por la Casa de Campo supondría limitar la calidad de vida de los ciudadanos de Pozuelo y Somosaguas".

Además, la próxima apertura del paso subterráneo de la glorieta de San Vicente va a suponer un mayor impacto en el ecosistema del parque, según los ecologistas, "al generar mayores expectativas a los automovilistas en la falsa pretensión de acceder más fácilmente al centro de Madrid".

Aedenat, junto a otras entidades vecinales, culurales, deportivas y ecologistas, demanda también un plan integral para la Casa de Campo que regule los usos del parque y le otorgue una clasificación legal para evitar actuaciones agresivas o reducción de su extensión, que ha pasado de 1747 hectáreas en 1931 a las poco más de 900 actuales.