Según la encuesta, el 30 por ciento de los hogares madrileños compró bienes de larga duración el pasado mes de enero. Este porcentaje se aleja de los momentos más críticos de la crisis. Por ejemplo, la taa se redujo al 24 por ciento en noviembre de 1993.

El informe revela una diferencia importante en el ánimo de los consumidores según las zonas geográficas de la región. El 43 por ciento de los hogares del noroeste del área metropolitana declara haber comprado algún producto de consumo duradero en el último semestre. Este porcentaje, en cambio, baja hasta el 26 por ciento en las zonas industriales del sur y el este.

Por lo que se refiere a los proyectos de compra de bienes duraderos en el próximo emestre, se registra una notable variación según los distintos niveles sociales. El 25 por ciento de las familias de nivel medio-alto afirman su intención de realizar compras inminentes, mientras que sólo el 7 por ciento de las familias de nivel medio-bajo piensa hacerlo.

La encuesta concluye afirmando que el gasto en las pasadas navidades ha sido el más alto de todo el quinquenio. Los gastos de las familias madrileñas encuestadas en alimentación, bebidas, vestuario, calzado y pagos aplazados con tarjta de crédito alcanzaron máximos históricos.