Esta mujer telefoneó momentos después de escuchar en la emisora las declaraciones de la viuda del cabo que murió en el atentado de ETA contra el general Valenzuela en 1981, que se lamentaba de que, catorce años después, seguía sin recibir ninguna indemnización del Estado.

La madre del hico encarcelado comparó la situación de esta viuda con la suya, ya que "a mí nadie me va a traer a mi hijo jamás, ni el Gobierno ni nadie, a casa, pero es porque ni la misma ETA quiere, ni los mismos de HB".

"A mí se me amenaza para que vaya a las manifestaciones, ahora ya me han hecho uno más de ellos, a mi hijo le han pegado los mismos compañeros de ETA en la cárcel porque... yo no iba a esas manifestaciones ni a la cárcel, más que a mi manera, cuando buenamente podía ir", señaló.

La mujer añaió que los dirigentes de ETA y HB no van a dejar que su hijo salga de la cárcel "porque si salen nuestros hijos ya no pueden poner por las calles 'Presoak kalera'". Según ella, "nuestros hijos no van a salir nunca porque hay que ir a las manifestaciones, hay que hacer atentados, hay que quemar autobuses, y todo eso cada día les hunde a nuestros hijos un poco más".

La madre, que enviudó después de ser encarcelado su hijo, expresó su deseo de "tener a mi hijo en la mesa" y pidió a los dirigentes de los artidos "que defiendan como hacen otros desde un estrado, desde donde sea -yo no entiendo mucho-, ¡pero yo quiero a mi hijo en Navidad!".

Se hizo a sí misma el siguiente razonamiento: "¡Ya no puede ser!, que tengamos a nuestros hijos y que vayamos pidiendo que salgan a la calle cuando hay un señor secuestrado (Aldaya), cantidad de gente mutilada, cantidad de gente sin marido, sin hijos, ¡eso no hay derecho! y todos lo sabemos que no hay derecho, pero sí a todos estos hijos que todavía están vivos, vams a hacer algo por ello positivo".

La madre del etarra se despidió con "un abrazo para todos, los de aquí, los del 'extranjero', porque ya no sé a lo que llaman España, ni Francia, ni nada. Un abrazo muy fuerte".