"Yo soy la esposa y madre de dos guardias civiles que han hecho de su vida un círculo cerrado, en el que únicamente palabras y hechos como sacrificio, profesionalidad, honor, austeridad, dignidad, honradez y familia tenían valor y transcendencia", señala Martínez Quesda.

"Yo no he hecho más", añade, "que ir detrás de quienes, con esos maravillosos principios, han conseguido que entendiera lo que es difícil de entender para una madre: que su profesión al servicio de la sociedad requería dedicación absoluta, renunciar continuamente a comodidades y vida familiar, y asumir el peligro de afrontar voluntariamente los destinos de mayor riesgo con alegría, por fuera y terrible pena por dentro".

Conchita Martínez asegura que "le han aplicado a mi hijo todos los rigore de la prisión preventiva, la incomunicación más cruel y la difamación de algunos medios de comunicación".

La madre del comandante Pindado agradece a Alfonso Ussía la forma como se refirió a su hijo en uno de sus últimos artículos y le dice: "Pero tenga usted la satisfacción de que, al final, cuando la Justicia se pronuncie, habrá acertado en su confianza y habrá ayudado a quien, por haberse dedicado exclusivamente a los demás, necesita ahora la ayuda de las personas honradas y valientes que en España a pesar de todo, todavía quedan".