Este compromiso, alcanzado cuando la Administración autonómica era responsabilidad del Partido Popular, respondió a la necesidad de que el sector maderero estuviera libre de toda sospecha de estar detrás de los incendios forestales que se producen casi mecánicamente todos los veranos.

Este pacto convierte, sin embargo, a los madereros en los mayores perjudicados cuando los incendios adquieren dimensiones descomunales, como los de este mes de agosto, afirmó Grande.

"Los madereros somos los más perjudicados de que el monte se queme porque el mercado demanda madera de calidad, no madera quemada", aseguró.

Herminio Grande reiteró que "somos los más interesados en que nuestros montes se cuiden y no ardan". En el mercado, la madera quemada se paga entre un 20% y un 30% menos que la cortada, indicó, una diferencia de precio que tienen que asumir los madereros como pérdida.