Luzón, se ha presentado hoy ante los accionistas de BEX con los resultados menos positivos de sus últimos seis años, el de 1994, que ha reconocido que "han estado por debajo de nuestras expectativas y deseos", con una reducción del 43,5 pr cien del beneficio antes de impuestos, que fue de 24.121 millones.

El banquero ha puesto su énfasis en demostrar la fortaleza patrimonial de BEX, que ha multiplicado por dos el nivel de recursos propios desde su llegada, que alcanzan los 260.000 millones de pesetas, con un 90 por cien calificado como "Tier 1", es decir, de primera calidad.

Luzón se ha comprometido ante los accionistas de BEX a "volver a resituar su rentabilidad en niveles similares a los de los últimos años".

Como ya hiciea ayer ante los medos de comunicación, el presidente de este banco ha esbozado las líneas generales del plan con el que pretende cumplir este compromiso: conseguir liquidez mediante recuperaciones de dudosos y desinversiones; mejorar la efeiciencia del banco, racionalizando los recursos y medios de que dispone; y "despegue" en la actividad de banca comercial que libere al banco de su excesiva dependencia de los mercados al por mayor y la banca de empresas.

Luzón ha puesto de manifiesto el cambio que s ha producido en la estructura accionarial de BEX, en paralelo con las privatizaciones de Argentaria, llegando a una situación en la que el Estado ha reducido su participación indirecta, a través del holding al 45 por cien del capital.

Frente a los decepcionantes resultados de 1994 ha opuesto la tendencia de los últimos seis años, en los que a pesar de la fuerte caída del margen financiero en el 94, la media en el período citado es idéntica a la del sistema bancario español.

Más positiva aún es l comparación en lo que se refiere a los gastos de transformación del BEX frente a la media de la banca. En el primer caso crecieron en seis años acumulativamente un 5,4 por cien mientras los segundos lo hacía al doble, un 10,5 por cien.