Luzón, que acudió a la omisión de Presupuestos de la Cámara Baja para explicar la política de su grupo financiero en 1993, señaló que la decisión de privatizar o no parte de Argentaria la deberá tomar el Estado y que, hasta ahora, el Gobierno no le ha comunicado nada.

Explicó también que, si el objetivo del Gobierno es obtener 150.000 millones de pesetas mediante la venta de participaciones de Argentaria, tendrá que ser el propio Consejo de Ministros el que decida la operación.

Luzón opinó que es una buena idea ampliarla base accionarial de Argentaria, pero se mostró convencido de que ese paso debe darse cuando esté concluida la actual fase de saneamiento y maximización de los beneficios, que podría culminarse en 1993.

Se refirió también a la reclamación de los bancos privados para que el Gobierno acabe con el trato de favor que otorga a las entidades financieras públicas y se mostró partidario de fijar un calendario de adaptación. Agregó que su deseo es competir con el resto de la banca "sin privilegios, pero tambén sin discriminaciones".

DIVIDENDOS

Durante su comparecencia en el Congreso, Luzón informó que Argentaria pasará al Estado en 1992 entre 20.000 y 25.000 millones de pesetas en concepto de dividendos y que su estrategia exterior para el año que viene pasa por ampliar su red comercial en Iberoamerica, especialmente en Chile, Argentina y México.

Según el proyecto de Presupuestos del Estado de 1993, al sociedad cabecera del grupo Argentaria, que controla todas las participaciones del Estado en el ector financiero, obtendrá este año unos beneficios de 30.397 millones de pesetas y en 1993 se elevarán a 40.056 millones.