Rojas Marcos, ex responsable de la Corporación de Salud y Hospitales de Nueva York, hizo esta afirmación en la jornada de clausura del Congreso "La Familia en la sociedad del siglo XXI", que se ha elebrado esta semana en Madrid.

A su juicio, un niño adoptado por una pareja gay no tiene por qué sufrir perjuicio alguno por la orientación sexual de sus padres adoptivos, pero sí puede quedar traumatizado si tiene que enfrentarse por ello al "rechazo, crueldad e intolerancia" de compañeros de colegio o de profesores.

En esta línea, el psiquiatra manifestó que la orientación sexual de la pareja "no tiene nada que ver con ser buen padre" y no tiene por qué afectar al desarrollo del niño. Recordó ue también los hijos de padres divorciados eran víctimas del rechazo de compañeros y del entorno social hasta hace no muchos años.