La información publicada hoy por el diario "El País", que revela que la cúpula policial preparó y organizó el secuestro del dirigente etarra José María Larretxea en 1983 para canjearlo por el militar Alberto Martín Barrios, que había sido capturado por la banda terrorista, no deja duda, según Loyola de Palacio, sobre la existencia de una trama parapolicial.

"En el mejor de los casos, lo que a pasado es que el Gobierno socialista no controlaba a estos grupos, lo cual demuestra su incapacidad para gobernar, que explica que ocurran cosas como el caso Roldán, lo de Mariano Rubio, los fondos reservados y tantos otros", afirmó De Palacio.

Según la portavoz adjunta del PP, la pasividad del entonces ministro del Interior José Barrionuevo para que los policías detenidos en Francia regresaran a España para someterse a juicio, "apunta una incapacidad difícil de comprender o a una responsabilidad diecta en esos hechos".

En su opinión, esta historia pone al descubierto unas responsabilidades "al más alto nivel", ya que se afirma que el director de la Policía, en una llamada a un político vasco que intervenía en las negociaciones con ETA, le dijo textualmente que habían intentado "coger a uno de ellos para canjearlo, pero también hemos fracasado".

RESPONSABILIDAD DE GONZALEZ

Todos estos datos enlazan, según Loyola de Palacio, con las implicaciones de la cúpula del Ministerio del Interior qu se están depurando en el 'caso GAL', ahora con un ministro distinto, pero "con el nexo de unión de que entonces y ahora el presidente del Gobierno es Felipe González".

"Hoy es esta noticia del intento de secuestro de Larretxea, pero qué nuevo escándalo aparecerá pasado mañana sobre la responsabilidad del Gobierno de González en el GAL", se preguntó De Palacio, "porque así no hay manera de gobernar".

"Por mucho que González se intente parapetar en Televisión Española, como hizo el otro día, tieneque dar la cara ante el Parlamento", señaló la portavoz, "porque hay una responsabilidad clarísima, cuando menos por omisión, a la hora de gobernar".

"Estamos ante un Gobierno que desde el primer día funciona en absoluta precariedad, porque no tiene detrás un pacto de legislatura que permita plantear un proyecto para cuatro años con un respaldo firme, sino que día a día Pujol va dando oxígeno al enfermo terminal para que sobreviva", concluyó Loyola de Palacio.