En rueda de prensa, el presidente de Anapal, Manuel Izquierdo, denunció la "opacidad y desinformación" con que la Dirección General de Loterías aborda el plan de reconversión del sector y la nueva regulación de los juegos públicos, prevista para 2009.

Según el presidente del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de Juegos no Inductivos (Foro Alea), Fernando García Gudiña, la entrada de Internet en este mercado "abre un vacío legal tremendo", ya que estos operadores "on line" tienen su sede en paraísos fiscales como Malta, de modo que no tienen que pagar ningún tipo de impuesto.

Por ello, añadió que "la necesidad del sector del juego es real", ante su creciente liberalización. "En función de cómo se organice" la reforma del año que viene, dijo, "la situación será beneficiosa o, por el contrario, habrá un deterioro importante", tanto en lo que se refiere a la "imagen" de la lotería tradicional como en cuanto a ventas. "Por poner más puntos de venta no se vende más. Al contrario, el juego se devalúa", consideró.

Por su parte, Izquierdo defendió que el sistema español es "eficaz y exportable" y que no se ha de copiar el modelo de otros países, como Reino Unido y Francia. "Nuestra obligación es defender la continuidad de los juegos del Estado". A su juicio, las "decisiones precipitadas" no deben "dilapidar este capital".

"Está en juego la recaudación futura de la Hacienda Pública", advirtió Izquierdo, quien apuntó que, actualmente, hay en España un total de 4.200 administraciones de lotería abiertas.

Asimismo, se posicionó en contra de que este cambio normativo, necesario para adaptarse a las directivas comunitarias, suponga "que los administradores de lotería perdamos nuestros derechos adquiridos" y que se cambie la concesión administrativa por un contrato mercantil.

LIBRO BLANCO

El Foro Alea presentó, asimismo, el I Libro Blanco sobre el Juego en España, que recoge datos de este sector desde 1979 hasta 2007.

Según este informe, la industria europea facturó en torno a 350.000 millones de euros en 2007, de los que cerca del 75% procedían del juego privado.

En España, este mercado alcanzó los 31.000 millones de euros en 2007. De esta cantidad, cerca de 10.000 millones se corresponden con Loterías y Apuestas del Estado (LAE), unos 2.100 millones a la ONCE y aproximadamente 18.000 millones se derivan del juego privado (casinos, bingos y, sobre todo, máquinas tragaperras).

LAE comercializa en la actualidad nueve juegos: Lotería (el que tiene "más vigor", ya que supone el 28% del total de LAE), Quiniela, Bonoloto, Primitiva, Euromillón y Quiniela Hípica; en total suponen un 30% del mercado. Por su parte, los sorteos de la ONCE alcanzaron en el pasado año 2.165 millones de euros, un 1% más que en 2006, lo que representa un 7% de la industria del juego.

En cuanto al juego privado, las tragaperras son las protagonistas del sector, con una recaudación de 12.500 millones de euros (41% de cuota de mercado). El Libro Blanco destaca la evolución de los casinos, con una producción que se ha triplicado desde 1990, hasta los 2.551 millones en 2007. Los ingresos de los bingos decrecieron un 1% en 2007 (3.661 millones de euros).

El Libro Blanco también señala que siete de cada diez españoles juegan al menos a uno de estos juegos de forma más o menos habitual.

Según el director de investigación de Foro Alea, Pedro Lamata, en épocas de recesión económica, como la actual, el juego privado sufre pérdidas, mientras que el público se mantiene con ligeros crecimientos, ya que "se opta a grandes premios por poco dinero".

Los ponentes coincidieron, finalmente, en sostener que la industria del juego puede contribuir positivamente a la salida de la crisis. Se trata de un sector que emplea de forma directa a 130.000 personas en España.