Los alcaldes de estos municipios solicitan maor independencia y más competencias del Estado para la Administración regional. A pesar de las deficiencias denunciadas por los primeros ediles, las relaciones entre el Ejecutivo madrileño y las administraciones locales son en general buenas y fluidas.

"Si la Comunidad de Madrid no habilita las subvenciones pendientes para Rivas-Vaciamadrid, vamos a tener que cerrar este negocio", manifestó a Servimedia el primer teniente de alcalde y responsable de la delegación de Hacienda en el municipio.

Estalocalidad madrileña, situada en el sureste de la región y gobernada por la coalición Izquierda Unida, está en bancarrota y cientos de acreedores esperan su turno para cobrar un total de 800 millones de pesetas que les deben las arcas municipales.

Mientras tanto, la Comunidad de Madrid tiene paralizadas las subvenciones y ha anunciado recortes presupuestarios, sobre todo en lo referente a las áreas de deportes, infraestructuras y servicios sociales, indicaron las mismas fuentes.

Municipios como Rias-Vaciamadrid, Valdetorres o Algete han experimentado un crecimiento poblacional importante en los últimos años que, según los responsables municipales, han desbordado sus infraestructuras, al tiempo que carecen de las ayudas necesarias de la Administración regional para actualizarlas.

Algete, municipio del norte de Madrid, supera los 10.000 habitantes y su equipo de gobierno, del PP, asegura que el pueblo ha estado discriminado por la CAM por "circunstancias políticas". Accesos, transportes e infraetructuras sanitarias son sus puntos negros, a pesar de que un 5 por ciento del presupuesto procede de subvenciones comunitarias.

COMPETENCIAS MUNICIPALES

"Con la democracia, los ayuntamientos tenemos menos competencias que en el antiguo régimen. En nuestro municipio existe demasiado control de las autoridades regionales en materia urbanística", manifestó el primer teniente de alcalde de Algete, José Antonio Gómez Marcos.

Valdetorres tiene una población de 1.200 habitantes empadronados, aunque cn 5 urbanizaciones ilegales tiene que dar servicio a más de 4.000 personas. No tiene papeleras, muchos viales no están asfaltados y carece de infraestructuras deportivas y sanitarias.

El primer edil de Valdetorres, el independiente José A. Izquierdo, quiere que la CAM se vuelque en los municipios pequeños y abandone su "obsesión" por la capital y los grandes núcleos metropolitanos, que tienen más capacidad recaudatoria y más recursos. Izquierdo necesita más de 500 millones de la hacienda regional parasatisfacer las necesidades de sus vecinos.

Arganda tiene "un tren que pita más que anda" -tren de vía estrecha que transporta mercancías y lo gestiona una empresa privada-, según su alcalde, Julio Gómez. Esta localidad tiene un serio problema de transporte de pasajeros, ya que sólo funcionan los autobuses del Consorcio Regional.

Gómez cree que el problema de la Comunidad de Madrid es que no tiene capacidad recaudatoria y le faltan transferencias del Estado. "Los ayuntamientos tenemos que trabajarpor duplicado, negociar con la Administración regional y con la Administración central en materias como sanidad o educación", indicó.

Sin embargo, la localidad de Griñón, en el sur, considera que los ayuntamientos deberían depender menos de la Comunidad y conseguir una mayor independencia desde el punto de vista económico.

José Caballero, alcalde socialista de Alcobendas, quiere también mayor independencia económica para los entes locales. Sin embargo, solicita a la Administración autonómica que os proyectos pendientes con su municipio se realicen cuanto antes.

EL SUR, EL MAS BENEFICIADO

Los esfuerzos mayores por parte de la Comunidad se están realizando en el sur, según Caballero. Del presupuesto municipal de Alcobendas, que superó los 9.000 millones de pesetas este año, 400 millones proceden de subvenciones comunitarias.

Getafe, Móstoles, Alcorcón y Parla se consideran bien tratados por el Ejecutivo de la región. Lo mismo piensan los vecinos de las otras zonas de Madrid, que se sientn discriminados frente a los "sureños".

El alcalde de Arganda, de IU, por ejemplo, aseguró que la concentración de ayudas comunitarias en la zona sur y en el Corredor del Henares es patente. "Los ayuntamientos del sur tienen una problemática que han generado ellos mismos, construyendo moles de viviendas con el fin de recaudar. Ahora deberían asumir esa situación ellos mismos", subrayó.

Pedro Castro, alcalde de Getafe, piensa que la Administración autonómica podría hacer más y cree que "la zona su debe dejar de ser el vertedero de la Comunidad". El y sus homólogos del sur quieren que Joaquín Leguina invierta en mejorar el medio ambiente de la zona: crear espacios verdes, eliminar vertederos y potenciar la radicación de industrias no contaminantes.

FAVORECER AL VECINO

"Parece que un ciudadano vale menos por vivir en una ciudad con menos de 100.000 habitantes", dice el socialista José Pina, alcalde de Torrejón de Ardoz, cuyo municipio supera los 85.000 habitantes.

Torrejón se siente discrminado con respecto a su vecina Alcalá de Henares. Pina asegura que su municipio es el menos mimado del Corredor del Henares, a pesar de que sus habitantes tienen que soportar los inconvenientes de la base aérea de utilización conjunta, que ocupa las tres cuartas partes de su término municipal.

Los más pequeños de esta zona, Camarma o Torres de la Alameda, tienen un "diálogo abierto con la Comunidad", pero les escasean las ayudas para infraestructuras tan básicas como la red de agua o el alcantarillad, sin olvidar las instalaciones deportivas.

Colmenar Viejo, Tres Cantos, Soto del Real y otros municipios del noroeste de la región, todos con ayuntamientos conservadores, creen que reciben menos ayudas que los pueblos donde gobiernan alcaldes del PSOE. No piensa lo mismo el alcalde de Alcorcón, quien cree que la Comunidad favorece a los pueblos más pequeños, aunque sean del PP.

Soto del Real no sólo se queja de no recibir ayudas del Gobierno regional, sino que además, "sin contar con nuestra opiión, nos adjudican una cárcel o el trazado del tren de alta velocidad, en zonas de alto valor ecológico", según el alcalde, Domingo Eladio Navarro, del CDS.

En definitiva, para los municipios más pequeños, la necesidad de subvenciones, por su escasa capacidad recaudatoria, se ha convertido en una obsesión. Los más grandes exigen cada vez mayor independencia en materia económica.